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Exceso de dopamina
Happy: un cuento sobre la felicidad es una película compleja, y no porque la trama resulte enmarañada o sesuda sino porque la historia gira alrededor de una persona que está las veinticuatro horas del día en un éxtasis de felicidad (ni Santa Teresa de Jesús), algo que resulta, cuanto menos, desconcertante.
Poppy (Sally Hawkins) está feliz de la vida, hasta que una mañana alguien le roba la bicicleta, algo que podría cabrear en exceso y sacar de sus casillas al común de los mortales, a ella apenas le afecta. Como respuesta a este incidente, decide sacarse el carnet de conducir. Hasta aquí, el personaje resulta, en ocasiones, un tanto irritante, porque no nos engañemos nadie es tan feliz.