Coaching. ¿Qué es y para qué sirve?
El coaching se ha popularizado mucho en los últimos años. Sin embargo, muchas personas desconocen de qué se trata realmente y cuáles son sus utilidades.
¿Cuántas veces nos hemos encontrado ante una nueva dificultad y no hemos sabido cómo hacerle frente? ¿O cuántas veces hemos intentado cambiar algo –pensad en los propósitos de Año Nuevo, por ejemplo- y no lo hemos conseguido o hemos comenzado pero no hemos sido capaces de continuar? Entonces llega el desánimo, la frustración y los pensamientos negativos.
¿Por qué nos cuesta tanto cambiar? A veces es por comodidad, todo cambio conlleva un precio; otras, el peso de nuestras rutinas no deja el espacio necesario; y un cambio también nos puede dar miedo: ¿qué pasará después?
En busca de una definición
El coaching surgió para dar respuesta a las personas que quieren efectuar un cambio pero no saben cómo hacerlo. El término “coach” procede del inglés y significa “coche (de caballos), carruaje o diligencia”. Hoy en día, un “coach” –autocar– es, literalmente, un vehículo que transporta a una persona o grupo de personas desde un lugar de origen hasta su destino. Así, el coaching está orientado al logro de mejoras sobre un rendimiento o un comportamiento específico.
El coaching es un proceso de acompañamiento orientado al cambio que realiza un coach para ayudar a su cliente –coachee– a dar lo mejor de sí mismo y a alcanzar el resultado más óptimo posible acorde con sus capacidades, dones y habilidades. Es un método para propiciar crecimiento, cambio y desarrollo en un individuo, grupo u organización (definición de la Escuela Increscendo).
Leonardo Walk explica qué es un coach de la siguiente manera: “He visto e interactuado a lo largo de los años con personas inteligentes, brillantes, excelentes profesionales y expertos en su respectiva tarea, que me han consultado porque se sentía atrapados, desmotivados y con sentimientos de incompetencia ante circunstancias difíciles y/o alternativas riesgosas. Uno de mis primeros interrogantes desde el rol de coach es preguntarles cómo se veían en sus inicios profesionales, qué sueños tenían. Muchas veces observo entonces como un fuego sagrado, ojos que se iluminan como brasas de ilusión. Y pienso: ¡Eso no se perdió! ¡Está! Casi apagado… ¡pero está! El conocimiento, la pasión, aún perduran. (…) Por ello me defino y defino al coach como un soplador de brasas. Como un socio facilitador del aprendizaje, que acompaña al otro en una búsqueda de su capacidad de aprender para generar nuevas respuestas”.
Bibliografía recomendada
- El arte de soplar brasas, Leonardo Wolk. Editorial Gae Gran Aldea, 2003
- Psicología y Coaching: marco general, las diferentes escuelas. Artículo de la psicóloga Miriam Ortiz de Zárate en la revista Capital, en mayo de 2010.
Material utilizado
- Imagen: galería de fostersartofchilling en Flickr